La respuesta es no. Hacerse responsable de vivir una vida con propósito depende de cada uno. Ahora. No después.
Una vida con propósito nos permite existir de acuerdo a valores trascendentes (no individualistas), activar nuestra motivación al máximo y alcanzar una felicidad plena o duradera. Eso es lo que la hace tan atractiva.
Llevo un par de años investigando sobre esta filosofía de vida y estoy ad portas de lanzar mi primer libro en el cuál hablaré todo sobre este tema que me apasiona. En él te contaré sobre la metodología telos (que significa propósito en griego) que describe un camino del propósito compuesto por cuatro elementos: la autenticidad, la pasión, el sentido de la vida y la trascendencia.
¿Para qué sirve el telos? Encontrar respuestas a preguntas cómo:
– ¿Quién soy realmente?
– ¿Haré lo mismo el resto de mi vida?
– ¿Qué debo hacer con mi vida para sentir que vale la pena?
– ¿Quiero hacerme cargo o viviré según lo que otros esperan?
– ¿Cuál es mi lugar en este mundo?
Si te estás preguntando esto es porque estás madurando o evolucionando, y es un proceso que para bien o mal, no podemos controlar. Tratar de controlarlo es tan inútil como tratar de impedir que un niño de un año intente caminar.
¿Por qué te está pasando ahora?
Soy una convencida de que a todos nos toca cuestionarnos el propósito de nuestra vida en algún momento. Y mientras antes mejor.
Cuando somos jóvenes pareciera importarnos más lo que sucede afuera que adentro de uno mismo. El qué dirán, cumplir con las expectativas de nuestros padres, sentirnos parte de un grupo, o reconocidos y aceptados por otros. Pero a medida que vamos entrando en la adultez y con el beneficio de la experiencia, nos damos cuenta de que muchas de estas cosas tienen poco o nada de incidencia en nuestras vidas. Las opiniones de los demás ya no parecen importarnos tanto y nos damos cuenta de que a los demás tampoco les importa mucho lo que hagamos con nuestras vidas. Al final, cada uno tiene que hacerse cargo de encontrar su propia felicidad. Este crecimiento nos lleva a hacernos preguntas que nos sacan de la inercia o del piloto automático en el que estamos inmersos.
¿En qué segmento estás tú?
Si tienes;
Entre 18 y 22 años: aún no has terminado de desarrollar tu consciencia identitaria, así que el propósito no debe ser tema para ti…..todavía.
Entre 22 y 39 años: eres un early adopter. Probablemente porque has estado involucrado en temas de voluntariado, responsabilidad social o acción social en general que te han permitido acercarte a los valores trascendentes.
Entre 40 y 50 años: has seguido la carrera laboral que te inculcaron tus padres o el modelo cultural en que vives y te has dado cuenta de que llegaste ahí pero no te llena. Algo falta y no sabes qué.
Entre 60 y 70 años: te estás haciendo preguntas acerca del legado que dejarás a las siguientes generaciones.
80 años y más: En este caso el cuestionamiento puede surgir porque 1/ miras para atrás y sientes que no hiciste nada realmente importante con tu vida, o 2/ te preguntas por qué estás tan sólo en tus últimos días.
En este blog abordaré estas preguntas. En algunos casos la ciencia o la filosofía nos entregan algunas respuestas, pero verán que encontrarlas no es lo que verdaderamente importa, sino el camino que recorramos para lograrlo.
Esta es mi invitación. A que recorramos este camino juntos. Si te estás haciendo estas mismas preguntas, este blog es para ti.
A PROPÓSITO DEL PROPÓSITO es una serie de 8 publicaciones que compartimos semanalmente para difusión en alianza con Trabajo con Sentido. Este es la 2ª publicación de la serie. Se trata de fragmentos del libro “El Propósito No Era Lo que Yo Creía…pero en el camino descubrí mucho más” disponible en abril 2021.